Sólo Hungría tiene, según los datos ofrecidos ayer por el Observatorio Audiovisual Europeo, peores cifras de asistencia a las salas que España. En 2008 se han vendido 108 millones menos de entradas al cine. Es decir, una caída del 7,6%, la cuarta consecutiva.
Aunque, según Fernando Lara, director del Instituto de las Artes y las Ciencias Audiovisuales (ICAA), este descenso de 108 millones de entradas / espectadores son todavía estimaciones. "Los datos definitivos se sabrán a finales de febrero o principios de marzo, y no serán tan fuertes, aunque igualmente graves. Calculamos que la caída rondará el 4 o el 5%". Según Lara, el hecho diferencial "fundamental" de España es la piratería: "Las cifras que manejamos de piratería son superiores a las de otros países, y ésta, sobre todo en la forma de las descargas de Internet, no tanto del top manta, incide de manera alarmante en las salas".
Para el distribuidor y exhibidor Enrique González Macho, los datos del Observatorio no van tan desencaminados y se acercan preocupantemente a los que él ya tiene de sus propias salas: "He cerrado ya mis cifras y la caída es del 6,5%. Brutal. No puede ser casualidad que la bajada coincida con el incremento de la piratería. En 2007, las descargas alcanzaron los 330 millones, y, por lo que parece, en 2008 han aumentado notablemente. Y lo malo no es sólo que ese saqueo sistemático sea abusivo, sino que se está provocando un hábito de no asistencia al cine que no será fácil de cambiar". Para la presidenta de la Academia de Cine, Ángeles González-Sinde, lo alarmante es que los malos hábitos parecen exclusivos de España: "Llama poderosamente la atención que el comportamiento sea distinto en nuestro entorno y que, además, aquí no se hable de frenos y alternativas reales".
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